El termograbado o hot stamping consiste en un sistema de impresión por transferencia térmica. También entendido como técnica de marcaje o impresión en seco.
La transferencia tradicional o impresión, se realiza gracias a un cuño que contiene la imagen grabada. El cuño para stamping, aplica una delgada película llamada foil, que se fijará a la impresión.
El cuño está compuesto por materiales de alta conductividad calorífica como: bronce magnesio, y aluminio.
El foil se transfiere a través de calor materiales a papeles y cartón. La importancia de la temperatura es que, unida a la presión, activa el adhesivo del foil y la transferencia al papel. Ofreciendo una impresión elegante y llamativa.
Además, la película o foil está formada por capas de adhesivo que son de aluminio, resina y film de poliester. Los formatos más utilizados son el metalizado y los holográficos. Para integrarlos en los diseños los consideramos como una tinta directa.
Para ello, primero realizaremos la impresión de las tintas ya sea en offset o digital y por último el stamping.
Por esta causa, los originales deben ser monocromáticos y vectoriales. Si contamos con ello en un formato de imagen, la mejor opción será utilizar el modo mapa de bits en alta resolución.
Su procedimiento es muy sencillo, al colocar el papel en la máquina, se cierra la prensa y el foil queda prensado entre la placa y el papel. De este modo se adhiere la capa de material sobre el papel, con el mismo dibujo que posee el cuño original.
Los colores más comunes son oro y plata principalmente. Aunque es posible utilizar foils de gran cantidad de colores e incluso holográfico.
Las aplicaciones son enormemente variadas como: etiquetas, invitaciones, libros, revistas, tarjetas, entradas, packaging… Esta técnica nos ofrece un excelente resultado. Sobre todo cuando aplicamos esta técnica sobre plastificado mate, ya que se logra un alto contraste visual.