En esta entrada del blog nos vamos a centrar en dos tipos de papel sostenible: el papel semilla y el papel piedra. Si nunca habíais oído hablar de estos tipos de papel, esta entrada es para vosotros.
De un tiempo a esta parte se ha popularizado el uso de un papel que se puede plantar, esto es el papel semilla. Este tipo de papel se utiliza bastante en tarjetas y regalos corporativos ya que nos ofrece el factor de impresionar a quien se lo regalamos.
Este tipo de papel sustituye la celulosa usada en la papelería tradicional por el algodón sobrante de la industria textil. Es decir, que además de producir un tipo de papel que se puede reutilizar plantándolo, aprovechan los sobrantes de la industria textil, bien porque no alcanzan los estándares de calidad exigidos para su procesado o porque son excedentes de producciones.
Este tipo de papel es biodegradable y 100% sostenible y no requiere de la tala de árboles para su producción. Es un buen regalo para aquellas empresas que quieran enviar el mensaje de sostenibilidad de una manera rápida, clara y concisa.
Del mismo modo que el papel semilla, el papel piedra también se fabrica con el elemento que le da nombre, en este caso la piedra. Puede resultar un poco chocante pensar que un tipo de papel se fabrique con piedra, y es que para su producción se usa polvo de piedra.
Este tipo de papel es muy respetuoso para con el medioambiente ya que no requiere de agua, ni de árboles, ni cloro para su fabricación. Para su producción se emplea el carbonato cálcico, un material muy abundante en nuestro planeta, que mezclado con el polietileno grado 1 resulta en un tipo de papel muy suave y resistente ante: roturas, agua o grasa. Esto consigue que este tipo de papel sea 100% sostenible, y económico, ya que este proceso permite ahorrar un 50% más de energía que el proceso tradicional.