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Como os comentamos en anteriores post, la encuadernación es el proceso de pegar o coser hojas o cuadernos de textos y ponerles una cubierta. Su función principal es conservar la calidad física de los textos y darles un estilo único y diferente a los demás libros existentes. A la hora de encuadernar un trabajo podemos realizarlo de diversas maneras, ya sea a través de grapas, hendidos, troquelados o espirales. Hay diversos tipos de encuadernación desarrollados a lo largo de la historia.
En este caso, os vamos a hablar de la encuadernación a la americana, una técnica que se puede realizar de diferentes formas. Vamos a explicar cómo encuadernar a la americana.
Lo ideal es utilizar hojas sueltas y encolarlas por el lateral al lomo de la cubierta del libro. En este caso, la encuadernación es más débil y corremos el riesgo de que con el paso de los años y el uso se desprenda alguna hoja. Sin embargo, tiene otras ventajas, ya que permite mayor flexibilidad en el número de páginas y en el uso de diversos tipos de papel.
En este caso, se encolarán los cuadernillos por el lado no guillotinado al lomo de la cubierta. Es verdad que no es tan fuerte como el cosido, pero sí que es más resistente que encolar hojas sueltas.
Consiste en perforar los bordes del pliegue del cuadernillo y se deja que entre cola. Las páginas pueden abrirse bastante, pero puede que se desprendan las hojas con el paso del tiempo.
A la hora de encolar, se hace del mismo modo para hojas sueltas como para cuadernillos. Lo primero es saber cuál es el lomo que vamos a encolar y después proceder a encolarlo. Lo ideal es que la cola sea goma, silicona o cola blanca rebajada con un poco de agua. Así se filtra mejor. Por último, se deben encolar las cubiertas.